
“When we long for life without difficulties, remind us that oaks grow strong in contrary winds and diamonds are made under pressure.”
-Peter Marshall –
Perdón. Una y mil veces, perdón. Si algo quería cuando empecé a escribir el blog era ser constante y contar desde dentro las subidas y bajadas de emprender. Sin artificios y sin disfraces. La verdad es que este 2018 ha empezado en la parte más baja del espectro y no he tenido muchas ganas de escribir, mi fallo pues estoy dejando de mostrar una parte importante de cómo funciona esto.
No me gusta escribir con aire pesimista. Todo lo que ha ido pasando entraba dentro de lo posible y no nos debería haber sorprendido. Sin embargo os reconozco que los momentos malos son bastante malos. Las noches sin dormir, la incertidumbre, el desgaste… todo lo pone cuesta arriba. El tener que compaginar todo esto con un trabajo a jornada completa y aparte intentar tener una vida lo hace incluso más complicado. Pero bueno, desde el principio sabía que venía a jugar, no tiene sentido quejarse ahora de que el agua este fría.
Enero 2018 fue un mes horribilis. Después de reanudar con mucho retraso una de las partes más complicadas de la obra( que teníamos pendiente desde Noviembre). Una vecina nos denunció al poco de empezar. Ese día fue un show, allí apareció la policía, los técnicos del ayuntamiento, concejal… hasta el sum sum corda. Vieron que la licencia que teníamos no incluía corregir las deficiencias que encontramos en el forjado y nos paralizaron la obra. Era la segunda vez que nos denunciaba y esta vez se salió con la suya. De la primera vez aún nos queda pasar por el juzgado. Esta fue una semana de mierda tanto para mí como para mi padre que se tuvo que comer el marrón de estar viendo todo con constructor, ayuntamiento y policía ya que yo no estaba en la ciudad.
Entre medias, esos mismos días, tuvimos 2 apariciones estrella en la prensa local: “4 hermanos quieren abrir un hostel en el centro”, “Los hermanos caen en desgracia y les paralizan la obra”. Días consecutivos, un esperpento. No queríamos aparecer en ninguno de ellos y como suele pasar cuando no quieres té, 2 tazas. Hablé con el periodista explicándole que era un momento demasiado inicial como para darle bola, que no merecía la pena y me contestó: “Tengo el espacio reservado así que voy a publicar con tus palabras o sin ellas”. Siempre me quedará la duda de si la denuncia de la vecina fue una respuesta al artículo. Ella, tal vez, también quería su momento de gloria.
Por si fuera poco, esa misma semana recibimos la contestación del ayuntamiento al proyecto que habíamos presentado para la licencia del hostel y los juegos de escape. Más malas noticias, un jarro de agua fría pues hay muchos puntos que nos piden cambiar y va directamente en contra de la rentabilidad que nos ofrece como negocio. Diferentes interpretaciones frente a nuestro arquitecto que tenemos que ver cómo solucionar. Nos tocó dejar esta parte un poco aparcada y centrarnos en resolver la paralización de la obra. Nuevo proyecto de legalización y finalización. Más dinero y más tiempo a invertir.
Esto es lo que fue Enero y lo que me quitó las ganas de escribir. Tal vez no fuese tan grave como lo asumimos pero esos días yo pensaba que se me iba a caer el edificio, que me iban a poner una multa del carajo( y todavía me pondrán, no sé de cuánto), que no tenía dinero para hacer la obra y que todo el mundo que puede poner un problema está ahí para hacerlo.
Tras estos 2 varapalos decidimos hacer un pequeño parón y respirar, encargamos el proyecto de legalización y nos centramos en poner en marcha los 2 apartamentos por Airbnb para ir generando ciertos ingresos. Necesitábamos poner distancia y asegurarnos de que hacemos esto con un propósito y que ese propósito sigue mereciendo la pena. Este parón significaba no cumplir con nuestros plazos, teníamos que replantearlo. Febrero estuve una semana en Polonia por trabajo y luego me fui a San Sebastián con unos amigos. Esto me permitió desconectar un poco y despejar la cabeza.
Uno de estos amigos también está emprendiendo, él más cercano al rollo startup y con bastante presión encima. Me acuerdo de hablar con él y que me preguntase cómo manejaba yo la presión, no hay respuestas, le dije: “Tío, yo no soy un experto en esto, también estoy peleando y perdiendo mis batallas pero léete – The Hard thing about the hard things – de Ben Horowitz. Te ayuda a relativizar y poner en perspectiva lo que nosotros llamamos presión”. Probablemente sea de las pocas buenas recomendaciones que puedo dar. Si alguien quiere ver lo realmente duro que es montar una empresa que se lea el libro, indispensable para cualquier emprendedor o aspirante a.
Marzo nos ha servido para reanudar todos los proyectos: Hemos hecho el mejor mes de Airbnb (hasta Abril que lo va a superar), me reuní con el arquitecto para retomar el proyecto del hostel y avanzamos con ese proyecto en paralelo que tengo pendiente contaros. Podemos decir que el Primer trimestre de 2018 ha sido un trimestre de palos pero estoy seguro que de aquí en adelante volvemos a la carga más fuertes. Al fin y al cabo los diamantes no son más que carbón sometidos a una gran presión!
Un abrazo
Mr Bellota
P.d: Recuperaremos el ritmo de actualizaciones y ahora empezaremos a escribir también en Medium (mr Bellota paa quien quiera seguirnos)