«La luna camina despacio pero atraviesa el mundo»

– Proverbio Africano –

Recuerdo que cuando tenía 14 años, un amigo de mi padre estaba construyendo un merendero en su casa. Era antiguo profesor de instituto,

fue director hasta poco antes de que yo entrase. No recuerdo a qué vino, ni cómo comenzó la conversación, imagino que motivada por mi precipitación y ansiedad adolescente. En esa época yo abandonaba o ni empezaba todo aquello que no me diese resultados rápido, me desmotivaba. Él me dijo: » Julio, ¿tú creés que soy capaz de construir un edificio entero con mis manos? probablemente no, ¿pero me crées capaz de hacer una carretilla de hormigón y colocar 10 ladrillos cada día?». Me suelo acordar porque no parece que poner 10 ladrillos al día sea una tarea hercúlea, así que asentí. El continuo: «Un edificio lo puedo tener con 2000-3000 ladrilloss por lo que al cabo de un año, si cada día pongo 10 ladrillos tendré un edificio.» No sobrevalores lo que puedes hacer en un día, ni infravalores lo que puedes hacer en un año. Ahora casi con el doble de años hablaría de un par de años o tres.

Respecto al hostel, un par de semanas más y todo avanza más lento de lo que nos gustaría. Estamos a la espera de la oferta presentada a un banco malo en lo que sigue siendo mi opción preferida. El inmueble que está al lado lo estoy negociando. Intentando atrasarlo todo lo posible hasta tener repuesta del anterior pero siempre con la angustia de quedarme sin él. Seguimos viendo mucha morralla en las visitas a locales, hay gente que no se ha enterado de cómo ha cambiado la película en los últimos años y sigue pidiendo cosas escandalosas. Hay vendedores de inmobiliarias que cada vez que me llaman me perdonan la vida por desperdiciar «la mejor» oportunidad que voy a tener en años.

Mientras tanto, voy preguntando a todo el mundo que me quiere escuchar, opiniones consejos, conocidos. Después de leer «Lean startup» creo que el peligro de que te roben la idea es mucho menor que los beneficios que sacas de compartirla. El otro día tuve la primera «cena de negocios». Fue en familia, con mi tío, intentando ver la mejor estructura fiscal para poder hacer todo lo que tengo en mente. Estas son las pequeñas cosas que ya no me va a quitar nadie, lo que voy aprendiendo hace que merezca la pena.

En cuanto a la financiación, parte va a venir de la venta de un piso y por fin hemos conseguido que los inquilinos dejen. Hemos dedicado el fin de semana a ponerlo a punto, limpiarlo y hacer fotos. Estuve reunido con una inmobiliaria pero de momento voy a intentarlo por mi cuenta.  Acabo de colgarlo en el idealista y espero que la venta no se alargue demasiado.

Seguimos construyendo! seguimos avanzando

Rafael Hythloday

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